Un ómnibus lleno de monjas choca con un tren y se mueren todas.
Cuando llegan al Paraíso, tratan de atravesar el portón para entrar y se encuentran con San Pedro.
El Santo le pregunta a la primera monja:
- Hermana Teresa, ¿usted tuvo alguna vez contacto con un pene?
La hermana sonríe tímidamente y responde:
- Bien... una vez toqué la cabeza de uno, con la puntita del dedo.
- OK - dice el Portero del Cielo - Meta la punta del dedo en esta pira de agua bendita y atraviese el portón.
San Pedro le pregunta a la segunda monja:
- Hermana Beatriz, ¿usted tuvo alguna vez contacto con un pene?
La hermana traga saliva y dice:
- Bien... una vez acaricié uno...
- Siendo axial - determina San Pedro - meta toda la mano en el agua bendita y atraviese el portón.
De repente se arma un bruto despelote en la fila. Una de las monjas empieza a empujar a las otras para pasar primera. Cuando la monjita, agotada, llega al comienzo de la fila, San Pedro le pregunta:
- Hermana, ¿por qué está tan apurada?
Y la monja responde:
- Es que si voy a tener que hacerme gárgaras con ese agua, mejor lo hago ahora, antes de que la hermana María se lave el culo...
:-) :-) :-)
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